Recién concluida la fiesta más simpática y gozosa del año: La Navidad.

Te invito a que tengas valor para quedarte a solas y hacerte algunas preguntas:

• ¿Qué ha significado para mí esta Navidad?
• ¿Cómo la he vivido?
• ¿Qué me ha hecho “vibrar” interiormente?
• ¿Qué experiencia de vida ha dejado impregnada en mi ser para que nutra, de alguna manera, el año que acabamos de estrenar?

Estas preguntas nos llevan a los últimos días del Año 2019, en el que muchos de nosotros nos habremos sentido invitados a echar un vistazo sobre el año a punto de terminar y agradecer tanta vida, luz, y gracia como hemos recibido día tras día. También una invitación a reconocer que no siempre hacemos las cosas bien, que necesitamos liberarnos de algún vicio, algún apego, algún resentimiento…

para permitir que la luz de Jesús y el amor fluyan a través nuestro.

Si al comenzar este año nos damos cuenta de que hemos herido a alguna persona, hemos juzgado o criticado, guardado silencios cortantes… Te sugiero a que sigas el consejo del Obispo Argentino, Víctor Manuel Fernández.

Nos invita a

“restaurar la imagen de la persona”,

de esa persona concreta a quien has negado el amor.

¿Cómo hacer este trabajo interior?

• Abiert@ a la gracia y a la luz del Espíritu lee un texto bíblico: Mc 11, 25 ó Lc 6, 27-38 ó St 3….
• Pon en oración a esa persona con la que estas resentido y descubre las cosas positivas que tiene esa persona. Dios no hace “basura”; todos tenemos muchas cosas buenas….
• Visualiza ahora a esta persona y cómo te gustaría relacionarte con el/ella.
• Imprime dentro de tu ser un momento en que la estés haciendo el bien (a esta persona) y pide la gracia de vivir de esta manera.

14- Año Nuevo – Vida Nueva

Paloma Marchesi,  CM