Te invito a que hagas silencio dentro de ti y penetres en el misterio último de tu ser.

…ese Misterio a quien los creyentes llamamos Dios.

• Es en ese fondo sin fondo donde empezamos a sentir un cierto temor y a la vez una profunda paz.
• En ese abismo donde nos sentimos sostenidos en nuestra fragilidad e invitados a abandonarnos con confianza.
• Es en esa hondura donde nos encontramos con nosotros mismos con toda la verdad, y comenzamos a hacernos preguntas a las que a veces no encontramos claras respuestas.

Acabamos de comenzar el año y ya casi ha pasado un mes. Los días, las semanas y los años pasan a veces sin darnos cuenta. El ritmo de vida, de trabajo y de ocupaciones que se van sucediendo es tan rápido que no da tiempo de asimilar y saborear la Vida, la Presencia.

               Me escucho a mí misma, y te invito a que tú hagas lo mismo:

• Hago muchas cosas a lo largo del día, pero, ¿conozco exactamente por qué y para qué?
• Me muevo constantemente de un lado para otro, pero, ¿sé realmente hacia dónde tengo que caminar?
• Lleno mi existencia de cosas, pero, ¿estoy vacía por dentro?
• Diariamente escucho muchas voces, pero, ¿soy capaz de pararme para escuchar la voz del Espíritu que me invita a discernir el camino de Jesús?
• ¿Cuál es, en verdad, la razón última de mi vivir diario?

Me dejo atraer e impregnar por el AMOR que me habita…….. en Él me abandono … Sólo en su misericordia y en su VIDA acierto a encontrarme, porque es en Él donde estoy enraizada.

15- ¿Para qué o para quién vivo?

Paloma Marchesi, Carmelita Misionera