4- Pero también somos barro
El Papa Francisco reflexionando sobre la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios.
Nos exhorta a todos a tomar conciencia de ser. Precisamente “barro, débiles y pecadores”.
Este tesoro de Cristo lo tenemos en nuestra fragilidad: nosotros somos barro porque es “el poder de Dios, la fuerza de Dios lo que nos salva, nos cura y nos pone de pie”. Y esto, en el fondo es “la realidad de nuestra vulnerabilidad”.
Todos nosotros somos vulnerables, frágiles, débiles y tenemos necesidad de ser curados. Pablo lo dice:
“…estamos llenos de tribulaciones, estamos trastornados, somos perseguidos, afectados como manifestación de nuestra debilidad, manifestación del barro. Ésta es nuestra vulnerabilidad. Y una de las cosas más difíciles en la vida es reconocer la propia vulnerabilidad. La encubrimos, la camuflamos, la disimulamos para que no se vea…….”
“Somos un poco hipócritas cuando aparentamos lo que no somos….”
Ojalá que seamos capaces de hacer un diálogo sincero y transparente, sin excusas ni proyecciones, confrontándonos a nosotros mismos con toda verdad: Ese diálogo entre el poder de Dios y el barro del que nos habla el Papa Francisco. Un diálogo que a menudo deberíamos hacer para vivir con autenticidad.
Durante estos 15 días, en pleno tiempo de Cuaresma…
Te invito a que leas (2 Cor 4, 7-10) y muy en contacto con tu cuerpo y experiencias vitales, te hagas algunas preguntas:
- Cómo vivo yo mi realidad de “barro”, mi debilidad, mi pequeñez, mi fragilidad, mis sombras no integradas….
- Qué realidades en mí no asumo como mías y prefiero ocultar, negar, proyectar…
- ¿Qué necesito cambiar en mí para realmente SER y REFLEJAR la imagen de Dios?