Buenas tardes, Naty y Lina.
Sirva este correo para expresar la inmensa gratitud por la acogida, afecto y cariño recibido durante la estancia en vuestra comunidad la semana pasada. Asistir al curso de Beatriz ha sido el mejor acierto de esta estación veraniega.
A veces cuidamos mucho el cuerpo y, puede estar bien en su justa medida, pero como dice Beatriz, el espíritu también necesita de cuidados, y el resultado de la experiencia de Silencio ha sido muy fructífero. Sólo queda por nuestra parte dar testimonio en la vida diaria con nuestra actitud de comprensión, observación y silencio con el fin de humanizar nuestro entorno más cercano.
Finalmente quiero añadir que las instalaciones de vuestra comunidad, su situación al lado del Seminario y la Universidad Católica de Ávila, jardín, dependencias interiores, atención y comedor nos han resultado maravillosas. Un menú muy variado, rico y saludable.
Reitero, inmensa gratitud a Beatriz y a vuestra comunidad.
Un abrazo fraterno.